Acompañar desde el caos: cuando no sabes cómo estar, pero igual quieres estar

Acompañar desde el caos: cuando no sabes cómo estar, pero igual quieres estar


Hay momentos en los que alguien que amamos está pasando por una situación difícil. Queremos estar ahí. Queremos ser apoyo. Pero también sentimos que por dentro nosotros mismos estamos tambaleando.

Y entonces nos hacemos la pregunta:
¿Cómo puedo acompañar si yo también estoy enredadx con mis emociones?

La verdad es que no necesitas tener todas las respuestas ni saber exactamente qué decir. Muchas veces, lo más valioso que puedes ofrecer es tu presencia real y tu sinceridad.

Primero: ¿cómo saber si estás sobrepasadx?

A veces creemos que el problema es no saber qué decir, pero en realidad lo que nos paraliza es el propio malestar emocional no resuelto. Algunas señales de que tú también estás necesitando atención son:

  • Te sientes muy cansadx emocionalmente después de escuchar a otros.
  • Te cuesta concentrarte o conectar contigo.
  • Sientes ansiedad, frustración o ganas de evitar la situación.
  • Empiezas a minimizar lo que sientes “porque otros están peor”.

Esto no te hace egoísta. Te hace humano.

 ¿Entonces qué puedes hacer para acompañar desde un lugar honesto y compasivo?

  1. Valida lo que el otro siente sin invalidarte a ti.
    Puedes decir:
    👉 “No tengo todas las palabras ahora, pero aquí estoy.”
    👉 “No sé cómo ayudarte, pero te veo y quiero estar contigo.”
    Esto genera espacio emocional para ambos. No estás forzando consuelo, solo ofreciendo presencia real.

  2. Reconoce tus límites y exprésalos con cariño.
    👉 “Quiero estar contigo, pero hoy necesito un momento para mí. Mañana hablamos si te parece.”
    👉 “No tengo respuestas, pero no me voy.”
    No es abandono. Es cuidar el vínculo sin sobrecargarte.

Ofrece algo pequeño y concreto.
Si no puedes estar emocionalmente, quizás puedes:

 

  • Enviar un mensaje corto.
  • Compartir un recuerdo bonito.
  • Escuchar sin hablar.
  • Abrazar.
  • Acompañar en silencio.
    Los pequeños gestos también sostienen.

 

 Y tú, ¿cómo puedes empezar a sanar mientras acompañas?

Estar para otros puede confrontarte con tu propia historia emocional. No lo ignores. Acompañar también puede ser una oportunidad para mirar hacia adentro y hacer espacio para ti.

Aquí algunas opciones que te pueden ayudar a sanar mientras acompañas:

✍️ 1. Escribe lo que estás sintiendo.

Ponerle palabras a tus emociones ayuda a organizarlas. No necesitas mostrarlo a nadie, solo vaciar eso que te recorre.

🧘 2. Haz pausas de autorregulación.

Respira, sal a caminar, siéntate al sol, medita un rato, haz algo que te devuelva al presente. Acompañar desde el desborde puede volverse dañino; acompañar desde la pausa puede ser transformador.

🗣️ 3. Busca también con quién hablar tú.

Un terapeuta, una amiga, alguien que pueda escucharte sin juzgar. También tú mereces ser acompañado.

🧩 4. Pregúntate: qué de esto me está tocando a mí.

A veces, lo que el otro vive despierta heridas nuestras. Notarlo te da la posibilidad de sanar desde el lugar más profundo: el reconocimiento.

🫶 5. Sé compasivx contigo.

No vas a estar bien todo el tiempo. Y eso está bien. Sanar no es dejar de sentir, es aprender a sostenerte con ternura incluso en los momentos difíciles.

✨ Acompañar no siempre es tener respuestas. A veces es simplemente no huir.

Y en el camino, quizás te descubras también a ti: reconociendo tus emociones, cuidándote mejor, nombrando lo que te duele, soltando lo que ya no puedes cargar.

Acompañar puede ser el inicio de una sanación compartida.
Porque en este mundo tan lleno de prisas, estar presente con honestidad ya es un acto de amor revolucionario.

Regresar al blog